Los datos MIDI y de audio tienen diferentes ventajas y desventajas, dependiendo del contexto y el propósito del proyecto. Los datos MIDI son más flexibles, ya que se pueden editar, transponer, cuantificar y reorganizar fácilmente, y también pueden activar diferentes sonidos e instrumentos. Los datos MIDI también son más eficientes, ya que ocupan menos espacio y recursos de CPU que los datos de audio. Sin embargo, los datos MIDI también pueden ser más limitados, ya que dependen de la calidad y disponibilidad de las fuentes de sonido, y también pueden ser más propensos a problemas de compatibilidad y sincronización entre dispositivos y software. Los datos de audio son más realistas, ya que capturan los matices y la dinámica de la fuente de sonido, y también pueden ser más expresivos, ya que permiten un procesamiento y efectos más creativos. Sin embargo, los datos de audio también pueden ser más desafiantes, ya que requieren más habilidad y equipo para grabar y editar, y también pueden ser más exigentes, ya que consumen más espacio y recursos de CPU que los datos MIDI.