Para diseñar un edificio que sea a la vez seguro contra incendios y visualmente atractivo, es necesario desarrollar una estrategia integral de seguridad contra incendios que abarque los siguientes aspectos: prevención, detección, supresión, contención, evacuación y rescate. La prevención implica reducir las fuentes de ignición y combustible, así como implementar buenas prácticas de limpieza y mantenimiento. La detección implica la instalación y el mantenimiento de alarmas contra incendios y detectores de humo que puedan alertar a los ocupantes y al servicio de bomberos. La supresión implica proporcionar equipos y sistemas adecuados de extinción de incendios, como rociadores, mangueras y extintores. La contención implica diseñar el diseño del edificio y los elementos estructurales para limitar la propagación del fuego y el humo, como el uso de puertas, paredes, pisos y techos contra incendios. La evacuación implica proporcionar rutas y salidas seguras y accesibles para que los ocupantes escapen del edificio, así como señalización e iluminación claras. El rescate implica facilitar el acceso y la operación del servicio de bomberos y los servicios de emergencia, como proporcionar bocas de incendio, elevadores y ventilación.