Del curso: Prompt Engineering: Aprende a hablar con una inteligencia artificial generativa
Darle demasiadas opciones a la IA siempre es malo
Del curso: Prompt Engineering: Aprende a hablar con una inteligencia artificial generativa
Darle demasiadas opciones a la IA siempre es malo
Dar demasiadas opciones o demasiadas pocas opciones a una inteligencia artificial puede tener un impacto negativo en su rendimiento, eficiencia y la calidad de sus respuestas. Si estás buscando una respuesta particular, es vital proporcionar instrucciones precisas sobre lo que deseas. Especifica el formato deseado, las condiciones o cualquier requisito. Las peticiones pueden ser tan sencillas como preguntar: «¿En qué siglo nació la reina Victoria de Inglaterra?» o tan rebuscadas como pedirle que imagine que es una deidad y trate de predecir el fin del mundo. En imagen, puedes pedir que te dibuje algo y darle total libertad sobre qué o controlar cada pequeño efecto de la imagen y qué muestra. Si no obtienes lo que quieres de la inteligencia artificial, no es culpa de la inteligencia artificial, es culpa de tu prompt. Debes pedirlo mejor. A la hora de pedir, ¿hay que hablarle como a una persona o como una máquina? Pues es una buena pregunta y me la hacen bastante. Típico de la persona programadora, será tratar de dirigirla como si usara el pseudocódigo. Funcionaba mucho mejor así en las primeras versiones, pero hoy en día, es verdad que resulta más eficaz hablarle como una persona la mayoría del tiempo. Al final, quienes las entrenan se están esforzando en que así sea, pero recuerda que hablas con una persona que ni te conoce ni tiene idea de lo que le estás hablando y que, además, domina toda la jerga específica de la petición específica. Una persona tonta que sabe mucho. Esa es la clave. Como hemos tratado, el contexto es muy importante. Encontrar un equilibrio entre proporcionar datos suficientes para la toma de decisiones efectiva y evitar abrumar con la cantidad excesiva de limitaciones es el arte del prompt engineering. Por ejemplo, decirle quién es y lo que debe saber es un contexto clave. También resulta muy importante el orden del prompt. Sigue la racionalidad de una persona, pero que se pierde fácil. Le gusta que le hablen de lo general a lo concreto; primero, lo que se espera que haga a grandes rasgos y después, vas concretando. Y luego, las limitaciones para hacerlo. «Haz esto, pero no aquello. Esto, pero no esto de aquí» es la receta perfecta para guiarla. Siempre va primero lo que debe de hacer y después, los pero. Lo entenderás todo mejor en la práctica. ¿Seguimos?