Del curso: Prompt Engineering: Aprende a hablar con una inteligencia artificial generativa

Árboles de decisión

Los árboles de decisión son un método popular en el campo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para tomar decisiones basadas en condiciones y características de los datos. A mí me gusta decirle a la gente que imagine un mapa mental de esos para decidir si llamar a alguien o no. ¿Es tu problema? ¿Sí o no? Entonces, te preguntas si de verdad debes hacer algo. Debes hacer algo o no haces nada. Si debes hacer algo, de nuevo, sí o no, entonces, te preguntas qué debes hacer o no haces nada. Supongo que me entiendes. Son una forma gráfica y estructurada de representar decisiones y sus posibles consecuencias, pero, claro, a escala masiva. Un árbol de decisión se organiza en una estructura jerárquica similar a un árbol invertido. Cada nodo interno del árbol representa una decisión basada en una característica o atributo particular, y las ramas que salen de ese nodo representan las diferentes opciones o resultados posibles. Los nodos internos se llaman nodos de decisión, y están asociados con una pregunta a una condición sobre una característica específica de los datos. Cada rama representa una posible respuesta a esa pregunta y conduce a otro nodo de decisión o nodo terminal. Los nodos terminales, también llamados hojas, representan la decisión final o la clase que se asigna a un punto de datos. En este caso, de problemas de clasificación, una hoja podría representar una clase específica. En problemas de regresión, podría ser un valor numérico. El árbol de decisión divide el espacio de características en regiones más pequeñas y más manejables. Cada vez que se toma una decisión en un nodo, el espacio se divide en subconjuntos basados en condiciones definidas por ese nodo. La construcción de un árbol de decisión implica elegir las características más importantes y definir las condiciones para dividir los datos en cada nodo. Ese proceso se basa en algoritmos que buscan maximizar la información ganada con cada decisión. En cada nueva decisión se selecciona una característica y un valor de umbral para dividir los datos en dos o más grupos. El criterio de división busca maximizar la homogeneidad o pureza de los grupos resultantes, dependiendo del objetivo, clasificación o regresión. Para bien o para mal, los árboles de decisión pueden tender a sobreajustar los datos de entrenamiento si se construyen demasiado profundamente, lo que significa que se ajustan demasiado a los detalles específicos de los datos de entrenamiento y no generalizan bien en los nuevos datos. Para abordar sobreajuste, se utilizan técnicas como Random Forests y Gradient Boosting, que combinan múltiples árboles de decisión para obtener resultados más robustos y precisos. Una ventaja clave de los árboles de decisión es su capacidad para ser fácilmente interpretados por humanos. Las decisiones se toman de manera secuencial y pueden seguir de manera lógica. Los árboles de decisión son aplicables a una variedad de problemas, cambia clasificación, regresión, y también se pueden utilizar en tareas más complejas, como el aprendizaje profundo. Son una herramienta versátil en el campo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, debido a su naturaleza interpretable y su capacidad para modelar relaciones no lineales en los datos.

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