Qué son y qué significan los Objetivos de Desarrollo Sostenible para la empresa

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible presentan una oportunidad para desarrollar e implementar soluciones y oportunidades para las empresas, y así, enfrentarnos a los retos más grandes del mundo en materia de desarrollo sostenible con impacto. Pero te estarás preguntando «¿Qué son? ¿Cómo se aplican? ¿Cómo orientar la estrategia de mi empresa hacia la sostenibilidad?» A estas y otras cuestiones te daremos respuesta a continuación. La Agenda 2030 con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible representan una forma de actuar en el mundo, una responsabilidad de los gobiernos, de la ciudadanía y también del sector privado. Supone un nuevo contrato social que se selló el 25 de septiembre de 2015 por 193 países y que se ha convertido en el oráculo para las organizaciones, puesto que ayuda a construir en el presente para un futuro más sostenible, más justo y con más oportunidades. Y, sin duda, es también una verdadera herramienta para definir el diseño de las estrategias que harán cumplir los objetivos de las corporaciones, siempre alineados al contexto y a la evolución social y ecológica. Dedicaremos unos segundos para indicar que la Agenda 2030 está compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y dentro de cada objetivo se trazan diferentes metas. Cada una de ellas cuenta con sus propias especificaciones que sirven para determinar en qué medida el objetivo se cumple o no. Dentro del conjunto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, encontramos aquellos objetivos enfocados en el avance de energía limpia, el trabajo decente y el crecimiento económico, en el consumo y la producción responsable, la acción contra el clima o la industria y los orientados a la innovación e infraestructuras. A mí me gusta presentarlo en este formato conocido como la «tarta nupcial» del Centro de Resiliencia de Estocolmo. Es un esquema visual que jerarquiza los Objetivos de Desarrollo Sostenible, situando los objetivos ligados a la biosfera en la base, los sociales en medio y los económicos en la cima. Mediante este gráfico vemos cómo impactando solo en algunos de ellos, actuamos de forma colateral con el resto, activando el impacto en los tres niveles. Imaginemos que una empresa identifica los valores que aporta a la sociedad esos Objetivos de Desarrollo Sostenible y los interioriza en su estrategia de negocio. Y pensemos que el siguiente paso es determinar de qué manera esa aportación social se puede incrementar y se puede mantener en el tiempo. El resultado será una oferta que aporte un retorno con más rentabilidad, no solamente económico, sino también en términos de bienestar social. Es precisamente en ese punto donde el proceso de transformación social competitiva juega su papel principal. ¿Y esto qué significa? Significa que la oferta de la empresa será competitiva, resiliente, buena para la sociedad y, sobre todo, significa que la compañía tendrá futuro. Ahora sí. ¿Por dónde empezamos? Os propongo que lo iniciemos con los siguientes puntos. Primero, reflexiona sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Cada uno se refiere a una debilidad social, a un desafío, y te permite poner el foco en aquel o aquellos que puedes contribuir a través de tu experiencia de producto o servicio. Selecciona el Objetivo de Desarrollo Sostenible e identifica cómo este es un pilar coherente con el propósito que anteriormente has definido. Esa contribución es la que vamos a traducir en impacto. Identifica las metas y prioriza según las palancas de aceleración o palancas de freno que puedas encontrarte en su implementación. Incorpora las variables impacto/esfuerzo en función de los retornos que se obtienen y cómo se identifica con la estrategia de la empresa. Establece los objetivos cualitativos y cuantitativos a corto, medio y largo plazo para conseguir el éxito del impacto que queremos generar en la sociedad, el medioambiente y en el negocio. Solo podemos medir el impacto si establecemos objetivos cuantitativos, cualitativos en el tiempo y según el ciclo de vida del mismo. Identifica dentro de cada Objetivo de Desarrollo Sostenible los retos que puedes asumir y cómo se activan dentro de la estructura de la compañía de forma integral, determinando los departamentos que serán los responsables de activar y pilotar el desarrollo y cumplimiento de estos retos. Mide de forma recurrente, reporta y comunica los Objetivos de Desarrollo Sostenible que permitan a la empresa generar una información sobre el desempeño del desarrollo sostenible a través de indicadores comunes y un conjunto de prioridades compartidas con los grupos de interés. No hay opción. La transformación social ha venido para quedarse, las organizaciones son personas y se orientan a personas. Por este motivo, las empresas humanistas se vuelven más competitivas. Las empresas tienen la oportunidad de aportar el valor compartido mirando al mercado, no solo como clientes, sino mirando al mercado como ciudadanos. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el mejor ejemplo para demostrar que puede existir un vínculo mayor entre empresa y personas. Potenciar el orgullo de pertenencia, dar respuesta a un consumo responsable, no solo por el producto o servicio que se ofrece, también por la contribución que se hace a la sociedad. Actuar y contribuir a cerrar brechas como son la emergencia sanitaria, económica y social, especialmente las relacionadas con la brecha intergeneracional y la brecha de género. Respondamos a la pregunta ¿en qué términos aportamos a la sociedad cómo somos capaces de mantener nuestra competitividad al mismo tiempo que hacemos crecer nuestra compañía y la alineamos con la agenda de los organismos internacionales? Pasemos de tener clientes a activistas de la empresa, el sector privado es el principal agente para una profunda transformación social competitiva. Trabajemos por la empresa que gana cuando la sociedad gana.