Según el PMI, hay cuatro categorías principales de costos de proyectos que deben documentarse: costos directos, costos indirectos, costos fijos y costos variables. Cada categoría tiene sus propias características e implicaciones para el presupuesto del proyecto y el control de costos. Los costos directos son aquellos que son directamente atribuibles y asignables al proyecto, como la mano de obra, los materiales, el equipo, los viajes y los subcontratistas. Por lo general, son fáciles de identificar y medir, y pueden ser controlados por el gerente del proyecto. Los costos indirectos son aquellos que no son directamente atribuibles o asignables al proyecto, como los gastos generales, la administración, los servicios públicos y la depreciación. Estos costos suelen ser difíciles de identificar y medir, y generalmente son controlados por la organización o el gerente funcional. Los costos fijos no cambian con el nivel de producción o actividad del proyecto; Algunos ejemplos son el alquiler, el seguro, las licencias y los salarios. Están predeterminados antes de que comience el proyecto y no se ven afectados por cambios en el alcance o el cronograma. Por último, los costos variables cambian con el nivel de producción o actividad del proyecto; Estos incluyen materiales, suministros, combustible y salarios por hora. Los costos variables dependen del alcance y el cronograma del proyecto y pueden ser influenciados por el gerente del proyecto.