Conceptos básicos sobre el COVID-19 persistente

Puntos clave

  • El COVID-19 persistente es una enfermedad grave que puede dar lugar a condiciones médicas crónicas que requieren atención integral y puede ser causa de discapacidad.
  • El COVID-19 persistente puede incluir una amplia gama de síntomas y condiciones médicas en curso que pueden durar semanas, meses o hasta años después de enfermarse de COVID-19.
  • Cualquier persona que tuvo una infección por el SARS-CoV-2, que es el virus que causa COVID-19, puede presentar COVID-19 persistente, incluso los niños.
  • La vacunación contra el COVID-19 es la mejor herramienta disponible para prevenir el COVID-19 persistente.
  • Vivir con COVID-19 persistente puede ser difícil y generar aislamiento, en especial cuando no hay respuestas o soluciones inmediatas.
Una joven madre negra consuela a sus dos hijas pequeñas sentada en un sofá o una cama.

Acerca del COVID-19 persistente

El COVID-19 persistente se define como una condición médica crónica que ocurre después de la infección por el SARS-CoV-2 y dura al menos 3 meses. El término abarca una amplia gama de síntomas o condiciones médicas que pueden mejorar, empeorar o persistir.

Cualquier persona puede tener COVID-19 persistente

El COVID-19 persistente es más frecuente en las personas que tuvieron una enfermedad grave de COVID-19, pero cualquier persona que contrae COVID-19 puede presentarlo, incluso los niños.

La mayoría de las personas con COVID-19 persistente presentan síntomas días después de enterarse por primera vez de que tenían COVID-19, pero algunas personas que más tarde tienen COVID-19 persistente no saben cuándo se infectaron. Las personas pueden tener infecciones por SARS-CoV-2 varias veces. Cada vez que una persona se infecta por el SARS-CoV-2, corre riesgo de tener COVID-19 persistente. Los síntomas y las condiciones médicas de esta enfermedad pueden aparecer, perdurar, resolverse y volver a aparecer al cabo de semanas y meses. Estos síntomas y condiciones médicas pueden variar de leves a graves, requerir atención integral e, incluso, provocar una discapacidad.

Si bien desde el inicio de la pandemia de COVID-19 las tasas de casos nuevos de COVID-19 persistente han disminuido, continúa siendo una grave preocupación de salud pública porque millones de adultos y niños en los Estados Unidos han sido afectados por esta enfermedad.

Quiénes tienen riesgo

Si bien cualquier persona que contraiga COVID-19 puede presentar COVID-19 persistente, los estudios han demostrado que algunos grupos de personas son más propensas que otras a tener esta condición médica. Algunos de esos grupos son los siguientes (la lista no es exhaustiva):

  • Mujeres.
  • Personas hispanas y Latinas.
  • Personas que se enfermaron gravemente de COVID-19, en especial las que han sido hospitalizadas o recibieron cuidados intensivos.
  • Las personas con condiciones médicas subyacentes y los adultos mayores de 65 años.
  • Las personas que no se vacunaron contra el COVID-19.

Las desigualdades en la salud afectan a las poblaciones con riesgo de COVID-19 persistente

Las desigualdades en la salud con respecto a discapacidades, factores económicos, geográficos y sociales de otro tipo afectan de manera desigual a algunos grupos de personas. Estas desigualdades pueden aumentar el riesgo de tener desenlaces y efectos negativos para la salud a causa del COVID-19 persistente.

Prevención

Los CDC destacan estrategias básicas para disminuir los riesgos de salud causados por el COVID-19, incluidos los desenlaces graves como las hospitalizaciones y la muerte. Prevenir los desenlaces graves de la enfermedad ayuda a prevenir el COVID-19 persistente. Estas son algunas medidas que puede tomar para su protección y la de otras personas:

La vacunación puede prevenir el COVID-19 persistente

Las investigaciones demuestran que la vacunación contra el COVID-19 es la mejor herramienta con que se cuenta para prevenir el COVID-19 persistente, incluso en niños.

Pruebas y diagnóstico

El COVID-19 persistente no es una única enfermedad. No hay pruebas de laboratorio que permitan determinar si sus síntomas o condiciones médicas se deben al COVID-19 persistente. No es necesario tener un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2para el diagnóstico de COVID-19 persistente. Su proveedor de atención médica considera este diagnóstico con base en lo siguiente:

  • Su historia clínica.
  • Si tuvo un diagnóstico de COVID-19 por una prueba de detección positiva, por los síntomas o por la exposición.
  • Un examen de salud.

Las evaluaciones clínicas y los resultados de los análisis de sangre de rutina, las radiografías de tórax y los electrocardiogramas pueden ser normales en las personas con COVID-19 persistente. Las personas que lo tienen deben buscar atención de un proveedor de atención médica para crear un plan de tratamiento médico personalizado y mejorar sus síntomas y calidad de vida. Consulte con su proveedor de atención médica si cree que usted, o su hijo o hija tienen COVID-19 persistente.

Condiciones médicas similares

Algunas personas con síntomas de COVID-19 persistente presentan síntomas similares a los que notifican las personas que tienen encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC) y otras enfermedades crónicas menos conocidas que pueden aparecer después de otras infecciones. A veces los proveedores de atención médica malinterpretan estos síntomas o condiciones médicas sin causa aparente, lo que puede demorar el diagnóstico y que la persona reciba el cuidado o tratamiento adecuado.

Qué están haciendo los CDC

Los CDC trabajan con otras agencias federales para estudiar y abordar los efectos de largo plazo del COVID-19 persistente, quiénes contraen la enfermedad y por qué. Para lograr esos objetivos, los CDC hacen lo siguiente:

Investigación

Se están realizando estudios para aprender más sobre el COVID-19 persistente e identificar más medidas para ayudar a prevenirlo. Los CDC y sus colaboradores aplican varios enfoques para respaldar y realizar investigaciones que calculan lo siguiente:

  • Cuántas personas tienen COVID-19 persistente y por qué.
  • A qué grupos de personas afecta el COVID-19 persistente de manera desproporcionada.
  • De qué manera las variantes nuevas pueden influir en el COVID-19 persistente.
  • El papel que desempeña la vacunación contra el COVID-19 en la prevención del COVID-19 persistente.

Cada enfoque ayuda a los CDC y sus colaboradores a entender mejor el COVID-19 persistente y cómo los proveedores de atención médica pueden tratar o apoyar a los pacientes que conviven con estos efectos a largo plazo. Los CDC publican datos sobre esta enfermedad y ofrecen análisis. Los datos y análisis más recientes de los CDC sobre el COVID-19 persistente se encuentran disponibles en la Encuesta Household Pulse de la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Los CDC seguirán compartiendo información con los proveedores de atención médica para ayudarlos a evaluar y manejar estas condiciones médicas.